E2U6-Cynthia, Kiah, Kaitlyn, Jimmy, Kamil

Había una vez, un hombre Africano llamado Ochosi. Cuando tenía diez años, su padre le dio el arco y flecha y tomó en su primer viaje de caza. Él era tan bueno cazando, que continuó cazando cuando era adulto. Él sabía cómo matar conejos, mapaches, venados y personas, si quería. Ochosi creció como un hombre fuerte y guapo. Un día, mientras caminaba por el bosque, Ochosi vio un camino de sangre, lo que llevó a una mujer boca abajo. Ochosi sacó la flecha de la espalda de la víctima. ¡Volteó el cuerpo y vio a Oprah! La policía apareció y corrió hasta Ochosi. Le pusieron las esposas y lo empujaron al coche de policía. La policía acusó a Ochosi de asesinar a Oprah. Una semana más tarde... Él fue acusado de asesinar Oprah. Lo que el tribunal no sabe, sin embargo, es que èl es en realidad inocente. Él estaba en un viaje de caza cuando la policía vino y le detuvo, dando impresión de que él era el asesino. El tribunal asumió que él era culpable simplemente porque él era negro. Fue un caso perdido desde el comienzo. Ahora está en la cuerda de la muerte. El día en el que está programado su asesinato es mañana. Pensando en su vida y moral, él decidió que él deseaba haber podido pasar su vida ayudando a la gente. Las personas que han sido tratadas injustamente por la ley. Gente como él. Al día siguiente fue llevado a la silla eléctrica. Sintió una sensación de hormigueo. Sabía que su cuerpo estába muerto pero todavía puede pensar. Él fue y se levantó y encontró que su mano se movía a través de la restricción. Ahora él es un espíritu. Después de estar ahí por un rato, Ochosi vio algo. Era una visión. El conductor es un joven negro, y había un policía blanco. Ellos estaban discutiendo acerca de por qué el hombre fue detenido, el policía reclamando que el joven iba en exceso de velocidad y el joven diciendo que él no hizo eso. El policía empujó al hombre y lo tiró al suelo, y con una pistola apuntaba a su cabeza. Ochosi corrió hacia el hombre y del policía. Ochosi observó sus manos, sorprendido con lo que él hizo y paró. El policía se levantó confundido, y se fugó hacia su coche de policía y se fue conduciendo. El joven hombre negro se arrodillò y dice: “Le alabo, guerrero divino”.

Había una vez, un hombre Africano llamado Ochosi. Cuando tenía diez años, su padre le dio el arco y flecha y tomó en su primer viaje de caza. Él era tan bueno cazando, que continuó cazando cuando era adulto. Él sabía cómo matar conejos, mapaches, venados y personas, si quería. Ochosi creció como un hombre fuerte y guapo.

 

Un día, mientras caminaba por el bosque, Ochosi vio un camino de sangre, lo que llevó a una mujer boca abajo. Ochosi sacó la flecha de la espalda de la víctima. ¡Volteó el cuerpo y vio a Oprah! La policía apareció y corrió hasta Ochosi. Le pusieron las esposas y lo empujaron al coche de policía. La policía acusó a Ochosi de asesinar a Oprah.

 

Una semana más tarde...

 

Él fue acusado de asesinar Oprah. Lo que el tribunal no sabe, sin embargo, es que èl es en realidad inocente. Él estaba en un viaje de caza cuando la policía vino y le detuvo, dando impresión de que él era el asesino. El tribunal asumió que él era culpable simplemente porque él era negro. Fue un caso perdido desde el comienzo. Ahora está en la cuerda de la muerte.  

 

El día en el que está programado su asesinato es mañana. Pensando en su vida y moral,

él decidió que él deseaba haber podido pasar su vida ayudando a la gente. Las personas que han sido tratadas injustamente por la ley. Gente como él.

 

Al día siguiente fue llevado a la silla eléctrica. Sintió una sensación de hormigueo. Sabía que su cuerpo estába muerto pero todavía puede pensar. Él fue y se levantó y encontró que su mano se movía a través de la restricción. Ahora él es un espíritu.

 

Después de estar ahí por un rato, Ochosi vio algo. Era una visión. El conductor es un joven negro, y había un policía blanco. Ellos estaban discutiendo acerca de por qué el hombre fue detenido, el policía reclamando que el joven iba en exceso de velocidad y el joven diciendo que él no hizo eso. El policía empujó al hombre y lo tiró al suelo, y con una pistola

apuntaba a su cabeza. Ochosi corrió hacia el hombre y del policía.

 

Ochosi observó sus manos, sorprendido con lo que él hizo y paró. El policía se levantó confundido, y se fugó hacia su coche de policía y se fue conduciendo. El joven hombre negro se arrodillò y dice: “Le alabo, guerrero divino”.

 

 

 

 

 

 

 

 


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