The story of Shango

Había una vez un dios llamado Shango. Era uno de los tres gobernantes de Oyo. Oranmiyan, Ajaka y Shango. Las cosas del imperio no iban muy bien y había diferencias de opinión.

Sobre cómo las cosas deberían haber sido hechas y cómo se distribuiría el poder.

Los tres gobernantes creyeron que había tiempo para que el imperio y su pueblo participasen en quién querían que fuera su poder supremo. Dirigieron un voto. Tenían todos los imperios que las personas votan por quienes querían entrar en un poder más alto. Tres semanas más tarde, esto le dio a la gente del imperio tiempo suficiente para votar y al final de todos los votos cuenta a quien llegó, pero en la parte superior fue Shago. Se declaró que Schango tendría la mayor cantidad de poder. Ganó por ser un buen tipo. Era muy humilde y fresco bajo presión. Pero después de unos meses de su nueva estatura las cosas empezaron a cambiar. Su comportamiento fue cambiado por su nuevo poder y dominio sobre todo y todo el mundo. La nueva altura de su poder no tenía límites y poco a poco fue a su cabeza con el tiempo. Al final de su segundo año de los ciudadanos del imperio estaban hartos de su cambio. Querían que se cambiara el poder pero no sabían cómo hacerlo. Incluso intentaron asesinar, pero no sabían lo habilidoso de un luchador. No sabían que él era entrenado como un niño en artes marciales y combate cuerpo a cuerpo. Al final los dos poderes que fueron dejados atrás por Shango, Oranmiyan y Ajaka, se levantó contra él y luchó contra él mientras también era muy hábil en la lucha.

Lucharon contra él y Shango perdió y fue forzado a abandonar el imperio. Después de eso los Oranmiyan y Ajaka tomaron el poder otra vez.