Aysha, Amelia, y Sharron (Updated Pataki)

Una vez, una mujer en la gente de la aldea de Yorobia, que se llamada Oshun. Ella dio luz a dos gemelos, el Ibeji. Todo el pueblo la miró como una bruja, porque solamente los animales tienen más de un niño. Temprano por  la mañana, Oshun llevó agua desde el estanque, cuando ella cayó al suelo. Los ancianos llegaron y la llevaron debajo de un árbol de cerezas. El único árbol que hay. Se utilizó una hoja de plátano para cubrirla. Uno de los ancianos estaban ayudando. Oshun estaba una viuda, no se sabía cómo murió su marido. Mucha de la gente del pueblo la miró como el diablo, quien lleva la vida de su marido. De repente un grito, los ancianos gritaban es un niño. "Allí hay otro", "Qué clase de brujería" "Es el diablo" " qué qué", eran los únicos que se oían de la gente alrededor. Salió el segundo bebé. Oshún puesto manteniendo a sus dos bebés, mientras la gente había rechazar, le tiró basura. Todo el pueblo miró a ella como una bruja, porque solamente los animales tienen más de un niño.

Debido a esto, Oshun dejó a los gemelos porque ella era una "mala persona". Oshun se quedó allí sin nada que comer pero la suciedad. Allí, nadie ella dejó a los bebés a morir con los animales. Entonces un día, Oyá la Orisha Guerrera vino en la cubierta como una persona común y desconocida. Oyá vio que Oshún tenía dónde ir aprovechó Oshún, la gente de la ciudad lanzó basura otra vez. Esto se convirtió en diario, Oyá vio pero no pudo hacer nada sino esperar a cambio. Un día pasó, y el ibeji casi fue golpeado en un accidente.

Oyá tuvo en y cambió sus ropas y les dio comida. Oya decidió tomar los Ibeji y criarlos como sus hijos. Oyá era alta y fuerte. Ella no tenía miedo de nada. Oyá tenía ojos azules brillantes, nadie le caería en amor. La mujer, también tenía el pelo largo oscuro que fluyó en el viento. Oyá era hermosa. Ella dio todo su tiempo a enseñar a sus hijos todos que sabía sobre la Santeria y los Orishas. Los ibeji se criaron a creer en los espíritus y dedicarles todo. Miraban la vida como algo hermosa, a pesar de lo que sucedió con su madre. Le perdonó demasiado. Aprendieron a amar a bailar y cantar a los espíritus. ¡Comen junto a los espíritus, demasiado! Oyá también enseñó a sus hijos a amar el color blanco porque representa la "pureza", es sagrado "Obatala" — los otro Orisha — a honrar y proteger, como un dios.

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