Patakí de Ogún por Nick Ryan y Antonio DeRock
Un día, Ogún, el dios de hierro y fuerza, iba en su santuario en una selva. Él estaba en paz y está trabajaba duro haciendo instrumentos porque él es una orisha de la arma y los instrumentos. ¡Entonces, un rayo cayó! Changó, el dios de trueno y creador de los relámpagos, vino del cielo con confianza inquebrantable. “¡Ogún! Vamos a luchar.”
“¡No, Changó!” Changó incendió la selva. Mató todos los animales y él destruyó el santuario del Ogún. Changó rió y él se escapó al cielo.
“¡Changó! ¡Nunca te perdonaré!” Ogún dijo. Estaba lleno de rabia. Ogún fue al castillo de Changó con intenciones asesinas. Cuando llegó allí, los soldados del Changó fueron esperando a Ogún. Los soldados atacaron Ogún con todas sus fuerzas pero no tuvo efecto porque solo eran humanos. Ogún mató un soldado con sus manos. Entonces, llevó sus huesos y creó armas del huesos. Ogún utilizó las armas de huesos matar todas los soldados. Él mató todos los soldados de Changó. Ogún y Changó lucharon. Ogún golpeó Changó con todas sus armas. Changó utilizó truenos y relámpagos para luchar Ogún. Changó usó su relámpago y Ogún usó su martillo. Entonces, Obatala fue a las orishas.
“¡Chicos! ¡Deja de luchar ahora!” Obatala gritado. Él separó los dos orishas por dividió la tierra. La tierra era en dos piezas y el caos fue desatado. “¡Necesito paz!” Obatala lanzó un hechizo para forzar las orishas deja de luchar. Las orishas dejaron de luchar. Entonces, Obatala dio Changó un collar de paz mantener la paz juntos. Obatala sanó la selva del Ogún y los soldados del Changó. Ellos nunca lucharon de nuevo.